Una dieta fraccionada que incluya por lo menos cinco comidas al día es uno de los pilares más importantes de una alimentación saludable; cuando se saltan las comidas, o se consumen alimentos en horarios no adecuados, el organismo empieza a funcionar de manera acelerada, entonces los carbohidratos, las proteínas y las grasas son usados como fuente energética.
Los carbohidratos son la fuente número uno de energía, seguidos de la proteína y de la grasa. Cuando el ayuno es prolongado los depósitos de almacenamiento de glucógeno del hígado y los músculos se agotan progresivamente causando que los niveles de glucosa bajen, es entonces cuando el organismo busca otras fuentes de energía ya que el sistema nervioso prefiere la energía de la glucosa y los tejidos de proteína (músculo e hígado) colapsan. En la lucha por preservar la proteína restante el organismo empieza a metabolizar grasa por energía bajo la forma de cuerpos cetónicos que producen efectos negativos: nauseas, mareos, cansancio, estreñimiento, mal aliento y ácido úrico elevado.
Por otro lado la restricción de alimentos durante el día debe de evitarse al máximo, el desequilibrio entre la ingesta calórica y el gasto de calorías tiene efectos no deseados como el aumento del almacenamiento de grasa y un rendimiento debilitado. La inanición como método para disminuir peso podría volverse frustrante y peligrosa para la salud al producir una tasa metabólica baja, aumento de peso, ansiedad y mayor preferencia de alimentos grasos en la dieta, posteriormente disminución de la fuerza, aumento de posibilidades de lesión, disminución de la densidad ósea, de la temperatura corporal, del rendimiento, de la resistencia a las enfermedades, desequilibrio de electrolitos y regulación renal, cambios de humor y disfunción menstrual.
Se ha comprobado que una alimentación saludable, actividad física diaria y buenos hábitos de higiene son la combinación perfecta para prevenir enfermedades crónicas no transmisibles como obesidad, diabetes e hipertensión. Es importane asegurar el consumo de alimentos aproximadamente cada tres horas desde el momento en que una persona se levanta en la mañana y hasta que se acuesta en la noche, lo anterior para lograr que el metabolismo funcione correctamente. Para finalizar hay que recordar que es bueno evitar alimentos copiosos, altos en grasas saturadas, colesterol y azúcares.
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